domingo, 30 de noviembre de 2014

RODORIN...DESCUBRIENDO CÓMO CONTAR CUENTOS

Durante mucho tiempo he estado buscando cómo se llama eso que lleva dentro el cascabel, ese primer diente que echó un día y que guarda como un recuerdo de su infancia, y que pudiendo ser posta de una bala es posta reidera. Hasta que un día di con la palabra "Rodorín", la íntima triquiñuela del cascabel, su diente desdentado, lo que le da esa sonrisa mellada que suele tener. ¿De qué río de piedrecitas casi invisibles provienen esos cantos rodados que hay en el fondo de los cascabeles y que son como su alma alegre y dichosa? Sin ese pedregullo escondido los cascabeles serían mudos y poco inteligentes. El secreto, pues, de la chistosidad del cascabel, está en ese ardite que tiene el nombre saltarín de "Rodorín".     
  
Quitarnos el sombrero con la versión que Rodorín hace de La ratita presumida. El cuentacuentos José Antonio López Parreño utiliza los sonidos de objetos cotidianos para este cuento dramatizado. La ratita es una campanilla, el toro es un cencerro, el perro son las castañuelas…
¡Nos maravilla la puesta en escena de este titiritero!
El admirable titiritero y narrador Rodorín (José Antonio López Parreño), contando la historia de La ratita presumida con campanillas y otros objetos de madera con música. Hay un álbum editado por Kalandraka en 2002, ilustrado por Pablo Mestre con fotografías de los mismos objetos usados en la narración, que a mi entender compensa tomar como un guión para animarse a rebuscar por los cajones y hacer teatro en casa con lo que sea que pueda moverse en las manos y sonar. Vi el vídeo de esta joya del arte de lo pequeño en Corre con el cuento.


Rodorin
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario